Introducción
Cuando una empresa entra en liquidación, el escenario ideal es que sus activos cubran todas las deudas pendientes, pero ¿qué pasa cuando las deudas superan con creces los activos? Lamentablemente, esta situación no es infrecuente y puede conducir a resultados complejos para los acreedores. En este blog, exploraremos el proceso de liquidación en estas condiciones, centrándonos particularmente en la jerarquía de los reclamos de los acreedores y las crudas realidades que enfrentan los acreedores quirografarios.
El proceso de liquidación explicado
La liquidación ocurre cuando una empresa es insolvente y no puede cumplir con sus obligaciones financieras. El proceso es iniciado voluntariamente por los directivos de la empresa o forzado por sus acreedores mediante orden judicial. Una vez que comienza el procedimiento de liquidación, se nombra un liquidador para supervisar el desmantelamiento de la empresa. Su función es vender los activos de la empresa y distribuir el producto entre los acreedores.
El orden de los pagos de los acreedores
El orden en que se paga a los acreedores es crucial y se rige estrictamente por la ley. A continuación se muestra una jerarquía típica que se observa en la mayoría de las jurisdicciones:
- Acreedores garantizados: Estos acreedores tienen préstamos respaldados por activos específicos de la empresa, como bienes inmuebles o equipos. En una liquidación, los acreedores garantizados tienen la máxima prioridad y reciben el pago primero con el producto de su garantía.
- Acreedores preferenciales: Este grupo incluye empleados con salarios adeudados y ciertos pequeños proveedores. A los acreedores preferenciales se les paga después de los acreedores garantizados pero antes que a los acreedores no garantizados.
- Acreedores quirografarios: Son acreedores que no tienen garantías que respalden sus reclamaciones. Este grupo normalmente incluye proveedores, clientes y ciertos prestamistas. Se pagan después de los acreedores garantizados y preferenciales, y sólo si quedan fondos.
- Accionistas: Cualquier activo restante después de que todos los acreedores estén satisfechos (algo poco común en liquidaciones insolventes) se distribuiría a los accionistas.
La realidad para los acreedores quirografarios
En escenarios en los que las deudas de una empresa superan sus activos, los acreedores no garantizados enfrentan un alto riesgo de recibir poco o ningún pago. Esto se debe a que, cuando el liquidador ha vendido todos los activos y pagado a los acreedores garantizados y preferenciales, a menudo no quedan fondos. La cruda realidad es que en el orden jerárquico de la liquidación, los acreedores no garantizados están al final y soportan el mayor riesgo de pérdida.
¿Qué pueden hacer los acreedores quirografarios?
Si bien las perspectivas pueden parecer sombrías, existen algunas estrategias que los acreedores no garantizados pueden seguir:
- Monitorear el proceso de liquidación: Mantenerse informado e involucrado puede garantizar que la liquidación se lleve a cabo de manera justa y que se contabilicen todos los activos posibles.
- Desafiar los pagos desproporcionados: Si parece que se está pagando en exceso a los acreedores garantizados o preferenciales, los acreedores no garantizados pueden impugnar estas distribuciones legalmente.
- Busque supervisión legal: A veces, los activos se clasifican incorrectamente o se pasan por alto. Los acreedores pueden contratar ayuda legal para examinar el proceso de liquidación en busca de tales errores.
- Buscar garantías del director: Si los directores de la empresa insolvente han otorgado garantías personales, los acreedores quirografarios pueden intentar hacer cumplir estas garantías.
Conclusión
Comprender el proceso de liquidación y cuál es la posición de uno como acreedor es crucial para navegar el complejo panorama cuando una empresa quiebra. Para los acreedores no garantizados, si bien las perspectivas en las liquidaciones con activos deficientes pueden ser desalentadoras, ser proactivo e informado puede ayudar a mitigar las pérdidas y, en algunos casos, mejorar las tasas de recuperación.
Para obtener asesoramiento personalizado y estrategias detalladas adaptadas a sus circunstancias específicas, comuníquese con un profesional legal aquí.